Nicolás Toledo (@NToledoG) |
En 1854 hubo una epidemia de cólera que azotó Londres. Los muertos se contaban en cientos y nadie sabía cuál era el origen de la epidemia. Pero gracias al Dr. John Snow se descubrió el foco de la epidemia y, así, se detuvo. Este hizo un estudio de campo que consistió en anotar en un mapa las muertes producidas por el cólera. A este mapa añadió otro dato: los pozos de agua. Pudo comprobar que un gran porcentaje de los muertos se encontraban en las proximidades de uno de los pozos de agua. Con base en esta información, hizo que las autoridades cerraran el pozo. Las muertes y el brote de la enfermedad cesaron. Más tarde, al analizar el agua para determinar si verdaderamente era esta el origen de la epidemia, hallaron que las aguas del pozo habían sido contaminadas con restos fecales de un pozo negro.

Siglos después, este método se sigue utilizando y no solo en la epidemiología: la delincuencia puede entenderse como una epidemia social que, a diferencia de lo que popularmente se cree, no sucede de forma azarosa, sino de forma racional, y gracias a esta técnica puede investigarse, estudiarse y evitarse.
Esto ha ido evolucionando hasta el punto que en la actualidad existe una rama de la Criminología llamada Criminología Ambiental que se centra en la elaboración de mapas del crimen inspirados en esta técnica.

Aunque en Criminología y Sociedad ya hemos hablado de este tema con anterioridad en la entrevista a Raquel Martín-Pozuelo, en esta ocasión se debe a la Jornada de análisis criminal mediante el uso de sistemas de información geográfica en los cuerpos de Policía Local que se impartió la Escuela de Formación e Innovación de la Administración Pública de la Región de Murcia el pasado viernes 4 de mayo de 2018, en la que la Ginés Sánchez, presidente de Criminología y Sociedad, y yo pudimos asistir invitados.
La Jornada fue impartida por Simón Planells, Fernando Llorens, Jose Eugenio Medina, docentes e investigadores de Crímina, y por Nemesio Olivares y Juan Martínez, agentes de la Policía Local de Murcia y asociados de Criminología y Sociedad.

Esta tenía como objetivo enseñar a los agentes de policía local de la Región de Murcia las ventajas de la metodología del análisis de la delincuencia y otros problemas que les competen mediante el uso de sistemas de información geográfica (SIG o GIS en inglés).
Los ponentes destacaron las ventajas del uso de los SIG y los principales problemas que se encuentran en la actualidad para desarrollar estos análisis.
Partiendo de la ya mencionada base de que los delincuentes actúan de forma racional, explicaron que con las bases de datos de las fuerzas y cuerpos de seguridad se pueden crear mapas y gráficos. Pero estos mapas y gráficos por sí solos simplemente son datos. Para que estos aporten información, deben ser interpretados mediante las correspondientes teorías criminológicas. Destacaron así lo fundamentales que son los criminólogos en la elaboración de los mapas del crimen.
Los informes que se elaboran con base en los análisis son muy detallados, pueden aportar información útil que abarca desde toda una comunidad autónoma, una provincia, un municipio, una ciudad, un distrito, un barrio o, incluso, una determinada calle. En definitiva, pueden aportar desde información de espacios muy amplios hasta de espacios muy pequeños. Así, los ponentes destacaron el valor del factor espacio en los análisis mediante SIG.
Lo mismo se dijo del factor tiempo: en los análisis se pueden ver los delitos por horas, días, semanas, meses o años. El momento en el que ocurre el delito es determinante para su comprensión. Esto puede ayudar a averiguar qué factores están relacionados con los delitos. Podemos ver como ejemplo el estudio que se realizó en Cataluña: analizando las denuncias de violencia machista se descubrió que estas aumentaban de forma anómala algunos días y se halló que esos días coincidían con partidos de fútbol en los que había jugado el Barça y había perdido. Con estos datos, se hizo un estudio criminológico y se pudo determinar que la violencia machista, y su correspondiente denuncia, aumentaban con la derrota del Barça.
Otra de las ventajas que destacaron los ponentes es la mejora de la planificación de los agentes de barrio y de las campañas informativas y preventivas; con el conocimiento que les proporcionan los análisis, los policías pueden anticiparse a los delincuentes y asesorar a los vecinos sobre los hechos que están teniendo lugar en su barrio.
Además de ayudar en el trabajo policial, los análisis del crimen también sirven para analizar el rendimiento de los agentes, unidades y cuerpos de policía en general.

Pero en la actualidad los analistas se encuentran con numerosos problemas. El primero y más relevante de ellos es la falta de estandarización de los datos, lo que lleva a invertir la mayoría del tiempo de trabajo en unificar y homogeneizar los datos para poder trabajar con ellos. Además, destacaron la falta de bases de datos o de información sobre el hecho, puesto que no siempre se recoge toda la información que un analista podría necesitar.
Todos ellos resaltaron la necesidad de crear e instauran la figura del analista criminal como un técnico imprescindible al servicio de la Administración Pública dada su eficacia y eficiencia. Se basan en que los SIG son una herramienta que proporciona una gran fuente de información criminológica que ayuda en la determinación de las decisiones en la organización y actuación de las fuerzas y cuerpos de seguridad. Esta figura constituye una mejora de la productividad y una reducción de costes para la Administración Pública, así como de mayor transparencia gracias a que estos análisis justifican las actuaciones de los cuerpos de Policía.
Se espera que en un futuro, siguiendo el modelo anglosajón, la figura del técnico analista de datos esté al servicio de toda Administración local, autonómica y estatal.
Reblogueó esto en Sociedad de Ciencias Forenses en Baja California.
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